Un buen hombre zacatecano amasó una inmensa fortuna producto del trabajo de toda su vida. Antes de morir, decidió dividir sus bienes y otorgar la mitad a cada uno de sus dos hijos. . El mayor de ellos tomó su parte la reinvirtió en CETES y Petrobonos...al poco tiempo la multiplicó, y cuidó de su anciano padre y asi... . El otro, se compró un Ferrari y se largó con una vedette a pasarla suave en Las Vegas, al chico-rato, regresó sin lana a su casa paterna en Zac.. . Ya para no hacerla mas larga, sigan leyendo la parábola del Hijo Prodigo en la Biblia adiós.
Dibujos sueltos (sin sentido) y cuentos absurdos...algunos verídicos.