Buscó con Chamanes y Sacerdotes Ancestrales, Médicos Brujos y falsos Lamas vivales. Pagó fortunas a Psicólogos presumidos buscando para sí el equilibrio...¡Que obsesión! . Se sentaba ratos largos afuera de su casa, en un pequeño y viejo jardín, se quitaba con las manos las molestas mariposas y barría con enojo las flores secas de la bugambilia... ¡Rediez! . Un día soleado, observó alrededor, no había nada nuevo, lo mismo de siempre, ¿Fue el consejo invisible de Dios? Ahí estaban -como siempre frente a su nariz- los colores, lo olores, todo en equilibrio...
Dibujos sueltos (sin sentido) y cuentos absurdos...algunos verídicos.