Venancio puso una fonda...

Al notar que estaba tan destruída la reputación de su apellido: Beltrán,

Venancio se inscribió al curso de verano de esgrima profesional
para así apuntalar sus conocimientos previos del Kung-Fú, arte-marcial..

¡Su venganza hacia los mexicanos que se burlaban de él, y de su estirpe era inminente!

Movía bien la espada...
movía hábilmente el cuerpo, todo dominaba..
excepto el equilibrio interior...el de la mente...

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Venancio Beltrán, de los últimos de sangre pura española llegados a Pachuca,
 durante la Guerra Civil, estaba enamorado su sirvienta, bien fea y algo ruca.. 
una mujer de raíces indígenas de Tantoyuca, Veracruz llamada Toñita.

Al chico rato salían como novios...de quicos y de manita..
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Pronto se vió atrapado en la cocina -Venancio- preparándole Sacahuil en tamal
 y Atole de maíz negro -a Toñita- con singular sazón de chef y en el comal!
 para poder ver pelis de los Hermanos Almada en la tarde...¡¿que tal?!
en VHS como antes y a beso y beso..¡Esto es amor Real! 

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Toñita y Venancio se casaron en Cholula y pusieron una fonda
 donde se prepara Mole de Olla y arroz, pulque "¡Venga una ronda!"

Venancio olvidó toda aquella estupidez de "la pureza de su estirpe-gachupín"
y procrearon 5 hijos...todos viven felices para siempre jamás fin.
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(Sus conocimientos de esgrima y Kung-Fú fueron olvidados..
ahora ven televisión por las tardes..abrazados, bien apañados!)