Como su chava le puso los cuernos,
decidió meterse al gimnasio y hacer músculos..
"¡Te arrepentirás Zorra!" gritaba para motivarse
y cargar 110 kilogramos...
Los demás en el gimnasio se acostumbraron a su grito de guerra...
Otros gritaban: "Aich!" o "¡Ven con Papá!"..
asi que era algo relativamente normal...
.
Pasados unos meses, lucía una silueta muy atlética y varonil,
los cuernos casi desaparecían..
Luego, su ex-chica le llamó y le pidió perdón:
"No era yo misma.." -suplicó- "..no sé que me pasó"
Él se puso difícil un ratito (5 minutos), pero dijo:
"Si, está bien, te perdono"
.
Siguió con el gimnasio, solo que cambió su grito
de guerra a "¡Va por tí Güeritaaa!"...
Los músculos crecían y casi era perfecto.
Llamaba la atención que su cornamenta tambien crecía,
pero nadie se atrevió a comentárselo...
Hasta hoy.
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