"Déjese ahí Chamaco, váyase con su madre" gritó Don Fonseca
al ver a Albertito, su nieto adolescente descubriendose cosas nuevas...
viendo a Lyn May encuerada en la Betamax.
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Había trabajado duro para dar lo mejor a sus hijos,
pero pasaron dos generaciones y no había un solo miembro
de la familia con sus habilidades para los negocios...
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Pero vió en los ojos en blanco de Albertito algo de picardía,
de coraje, de emoción por la vida..
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La fortuna de Don Fonseca estaba destinada a la extinción.
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Fue el joven masturbado quien tuvo mas contacto con el Viejo
en sus últimos años, recibió de él consejos de todo aquello
"Los calores malos, el pecado mortal, se te va a secar"...
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Así
que el chico hacía caso al abuelo.
Dejó las pajas, las películas mexicanas en formato Beta y las drogas.
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Don Fonseca sintió a sus noventa años que todavía podía ser
un buen consejero....y dejó a Albertito toda su lana...
era 1987.
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El presente:
Alberto abrió una cadena de burdeles para funcionarios y no le va nada mal...
y Don Fonseca descansa en el cielo, en paz...con Dios.
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