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Lunes.


"Llegando a la oficina, me preparo una taza de café". Para contener la rabia de conducir desde la casa, de despedirme de mi familia y de mi perro, para soportar, un premio justo. Una buena taza de café.

Que no hay agua en el dispensador, que no hay tazas, malaya, que desesperante...será que otra puta vez tendré que tomar porquería del Oxxo. Empiezan mal las primeras dos horas de mi día.

Ya como a las 10 a.m. tomo mi café, luego a las 11 me da gastritis, y no puedo ir a otro baño que no sea el de mi casa...pero no puedo esperar hasta las 4 p.m. el día ha sido una mierda. Odio los lunes.

De regreso a la casa estoy enojado, ¡vaya día!, no tengo hambre ni quiero ir al gimnasio, el perro me lleva la cadena para pasearlo, tengo sueño.

Las 11 p.m. por fin mi recompensa en la cama, pero tengo insomnio...el martes será otro día para el olvido, no lo sé, pero creo que será otro día de cagada...y el miércoles también.

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