"Organizaos e invadid México de imitadores del viejo Sabina". Se leía en ese flyer, "curso en tres días por solo $200".
"Poned en desorden los sujetos a los predicados y un Sabina tendreis guitarra en mano" finalizaba el panfleto.
Estaban todos menos tú, en cada ventana había un marido, chicas que lo hacían con hombres por primera vez, pinchadiscos que te dejan KO, una mujer además de una dama, tu enemigo, tu todo, tu esclavo, tu pan y tu vino, el joven aprendiz de pintor, testigos, cura y juez, llevaba medias negras, bufanda a cuadros, minifalda azul...conductores suicidas.
El caso es que asistí, soy uno de ellos...un imitador sin Madrid.
Un agujero queda para mí...(me podrán robar tus días, tus noches no)

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